El mercado inmobiliario en
nuestro país, a pesar de los frecuentes altibajos ocasionados por los problemas
macroeconómicos y la inseguridad, se han mantenido como los favoritos para la
adquisición de una segunda casa o para pasar una jubilación tranquila en
ambientes familiares y con climas agradables.
Ya sea para disfrutar de un pueblo enclavado en el mágico centro del
país como San Miguel de Allende o Lagos de Moreno o para recrearse en la playa
en el tradicional Puerto Vallarta, en el moderno Cancún o en Los Cabos – una mezcla
de tradición y contemporaneidad – contamos con múltiples atractivos y un creciente
desarrollo de vivienda para ajustarse – hasta ahora – a – casi – todos los
gustos y bolsillos.
El público principal para los
desarrollos residenciales enfocados en extranjeros son los Baby Boomers, la
generación postguerra nacida entre 1940 y 1960 que oscilan hoy entre los 55 y 75
años. Son trabajadores, independientes,
con gustos exquisitos y sobre todo, gran parte de ellos cuenta con el poder
adquisitivo para comprar una villa de 7 habitaciones al pie de la playa; aman
el mármol, los muebles de diseño y cenar
en un restaurante elegante con una buena copa de vino tinto. Son clientes del movimiento moderno:
crecieron con las ideas de Le Corbusier y las ciudades modernas, les
construyeron suburbios en las afueras de las ciudades y no sólo están
acostumbrados a usar sus vehículos privados, sino que disfrutan manejarlos.
Suburbio en Portland, Oregon diseñado bajo el modelo moderno |
Y como cualquier ciudad diseñada
para ellos, Los Cabos tiene el sello distintivo de los Baby Boomers. No sólo cuenta con los mejores hoteles,
campos de golf y restaurantes del país,
sino que se perfila como la ciudad más cara para vivir en México; su traza no
es diferente a las ciudades modernas con cada vez más amplias vialidades sino
con más cajones de estacionamiento y depende cada vez más del vehículo para su
funcionamiento… ¿alguien ha intentado desplazarse caminando o en transporte
público por la ciudad?
Es inevitable que nuevas
generaciones empiecen a interesarse por este maravilloso y paradisíaco destino
y junto con ellos, que se requieran transformaciones tanto a la ciudad como a
la oferta inmobiliaria que tradicionalmente se ha construido. La generación conocida como X reúne a las
personas nacidas entre 1960 y 1980, el público potencial de Los Cabos para las
próximas décadas, pero ¿estamos listos para ellos?
La generación X se caracteriza
por personas individualistas, suspicaces y autosuficientes; para ellos las
oportunidades económicas no fueron tan fáciles ni abundantes como lo fue para
la generación anterior y por ello, generalmente están profesionalmente más
preparados y abiertos a enfrentar retos.
Su estilo de vida es más sano y sustentable, han decidido reducir el uso
del vehículo privado y apuestan por las ventajas que las ciudades tradicionales
les ofrecen: menor tiempo y gasto para desplazarse, prefieren el comercio
barrial a los grandes supermercados y un buen restaurante cercano puede
ofrecerles una calidad equiparable a los caros restaurantes, finalmente lo
importante no es el nombre sino la calidad y el costo-beneficio de los
productos que consumen, por ello sus consumos están más ligados a la
investigación del mercado y al Internet.
Terrazas en el centro de la ciudad de Portland, Oregon |
La ciudad de esta generación no
es el suburbio, se han reencontrado con los centros tradicionales y todas las
comodidades que ellos les ofrecen. Han
dejado las grandes casas de campo para vivir en casas adosadas o departamentos
en los que disfrutan los beneficios de vivir en comunidad en lugar de contar
con una alberca o un gimnasio propio; están preocupados no sólo por reducir el
pago de energía sino por contribuir a un mejor mundo por lo que apuestan a
energías renovables, reutilización de recursos y también a comprar un local
viejo para actualizarlo y poner un negocio local pues su futuro no está tan asegurado
como la fue para la generación de sus padres.
¿Y deben adaptarse ellos a las
ciudades que tenemos o las ciudades a ellos? Debemos generar programas que actualicen la
oferta inmobiliaria y modifiquen los parámetros de diseño de fraccionamientos,
condominios y ciudad a una visión más contemporánea y eficiente en el uso del
espacio, como lo han hecho exitosamente otras ciudades del mundo, si queremos
continuar siendo uno de los destinos más atractivos de México para el público
extranjero. La oferta actual sólo está
contemplando a un público en específico que seguirán interesados sólo algunos
años más en Los Cabos y en muy poco tiempo, las nuevas generaciones buscarán
nuevos productos para satisfacer sus necesidades y de no encontrarlo, recurrirán
a mercados emergentes dejando los desarrollos existentes al despoblamiento y paulatinamente,
al abandono.
Proyecto Nuevo Urbanista en Portland, Oregon |
No podemos esperar que los
gobiernos locales rompan la inercia del crecimiento de nuestra ciudad, que
difícilmente ocurrirá, sino que debemos generar ciudades para las nuevas
generaciones desde la iniciativa privada, adaptando los espacios actuales en
lugar de construir nuevos desarrollos periféricos alejados de la vida
tradicional como lo han hecho insatisfactoriamente otros destinos nacionales
como Acapulco, Veracruz o Mazatlán. La
tarea es lograr una imagen urbana continua, llena de vida y en la que se
generen nuevas construcciones al tiempo que se dotan de espacios públicos de
calidad para adecuarse a las nuevas generaciones y por ende, al nuevo turismo. ¿Estamos listos?
JPV
Si deseas saber más de los
Baby Boomers y la generación, te dejamos algunos vínculos en los cuales encontrarás
información.
http://www.forbes.com.mx/millennials-baby-boomers-y-generacion-x-la-combinacion-perfecta/
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