martes, 23 de junio de 2015

Santa Fe: ¿un cliché de la arquitectura mexicana?

Somos conocidos por las películas de Pedro Infante y Sara García de la época de oro del cine mexicano por ahí de 1950; las películas más contemporáneas de Hollywood siguen mostrando a México con filtros sepia en ambientes rurales llenos de calles sin pavimentar con animales silvestres rondando por las casas, pero ahora con inserciones de crimen organizado donde se pueden adquirir drogas en las esquinas y estupefacientes sin receta. Al parecer en 60 años la imagen de nuestro país se estancó en un cliché que la industria del cine ha sabido explotar y que la población ha querido mantener; aún en series como Sense8 donde se muestra un lado más cosmopolita de nuestro país y principalmente de la Ciudad de México, el único tema comerciable de nuestra cultura sigue siendo el machismo, la violencia y las pistolas.


Desgraciadamente en la arquitectura las cosas no son diferentes. Sin importar las aportaciones que Enrique Norten, Alberto Kalach, Augusto Quijano o Michel Rojkind han hecho en las últimas décadas a nuestro país, cuando la población internacional piensa en la arquitectura mexicana se remonta al estilo Santa Fe que poca incidencia tuvo en nuestra historia y deja a un lado las impresionantes casonas de los centros históricos de Ciudad de México, Puebla o Aguascalientes o en un estilo más simple pero no menos fascinante de Querétaro, León o Guanajuato.

http://santafebeautifulhomes.com/listing/201202950/
Vivienda estilo Santa Fe
El estilo Santa Fe nace en las culturas de la región Oasisamérica al norte de nuestro país y sur de Estados Unidos, una arquitectura de construcciones gruesas de adobe y piedra estucada con esquinas fileteadas y pequeñas ventanas que tiene su mejor exponente en Paquimé, una ciudad prehispánica ubicada en el estado de Chihuahua donde se aprecia más que construcciones aisladas, un laberinto de muros y espacios que lo vuelven tan sorprendente como enigmático, un conjunto de volumetrías que rompen con la característica ortogonalidad Mesoamericana. A la llegada de los españoles en el siglo XVI al norte de nuestro país, que entonces estaba aún conformado por los estados americanos de Texas, Nuevo México, Arizona, California, Nevada, Utah y parte de Colorado, Kansas y Oklahoma, retomaron parte de los principios de la arquitectura de las culturas prehispánicas que les aportaba microclimas más confortables que el exterior y le introdujeron elementos distintivos como detalles en madera y herrería principalmente en temas de la religión católica, que hasta ahora siguen formando el eclecticismo que caracteriza este estilo.

Su nombre proviene de la ciudad homónima en el estado de Nuevo México donde tuvo un renacimiento a partir de 1910 cuando se buscó que las nuevas construcciones de la ciudad retomaran los principios de la arquitectura prehispánica e Hispánica en lugar de seguir la línea victoriana que predominaba en Estados Unidos, tomando entonces el nombre con el que lo conocemos y convirtiéndose en un importante atractivo turístico para la zona. Desde la década de 1980 se introdujo a nuestro país principalmente en la industria turística y hotelera en Los Cabos y Loreto y algunos fraccionamientos de tipo residencial que se esparcieron por el país tomando el nombre de Rústico Mexicano o Campestre Mexicano, incorporando elementos como las torres mirador o materiales aparentes como el tabique y la piedra que tienen sus orígenes en la arquitectura rural Española y principalmente en la Sevillana.

http://livepalmilla.com/2012/01/10/querencia-club-villas/
Vivienda estilo Santa Fe en Los Cabos
Por su fusión con la arquitectura hotelera y en un intento por mantenerse actualizado, el estilo Santa Fe es ahora aún más ecléctico y lo vemos mezclado con grandes ventanales, trabajadas herrerías de acero, losas inclinadas con teja y grandes volúmenes circulares que no se encuentran en sus orígenes además de convertirse en un estilo aparente mediante fachadas y detalles sobrepuestos al no cuidar los sistemas constructivos tradicionales que aportarían las bondades a las cuales debió su renacimiento. Los programas arquitectónicos no se quedan ajenos a esta tendencia y las áreas tradicionales que integraban las casas Santa Fe se han perdido con el tiempo, dando lugar a espacios abiertos y multifuncionales en los que se ha integrado el contemporáneo Family Room dejando atrás la cocina que tanto en las culturas prehispánica e Hispánica se ubica como el centro de la vida de toda vivienda.

Es indudable que el factor que más ha influido no sólo en el establecimiento sino en la percepción de la arquitectura mexicana dentro de este estilo, es la participación de profesionistas americanos en el diseño, construcción y venta de bienes inmuebles en lugares como Los Cabos o Loreto y han dominado el mercado debido al interés internacional en estos destinos, perpetuando un cliché que a través de nuestra historia resulta completamente equívoco.

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JPV

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2 comentarios:

  1. es un hecho que nuestro país ha perdido su descripción real ante los ojos extranjeros y se ha convertido en una lejana y equivocada idea, ya no solo es la ignorancia o la flojera nuestro emblema ahora la violencia quita mas terreno a lo positivo y se va adueñando del concepto que intenta describir a nuestro país.
    la falta de orgullo, de conocimiento y sobre todo de interés por lo nuestro ha permitido que en lugar de rescatar, preservar y promover nuestras riquezas en cualquiera de sus innumerables aspectos dejemos que lo extranjero se adueñe de nuestra cultura.
    ejemplos hay muchos, pero hablando de arquitectura en particular basta con vivsitar ciudades, municipios o pequeños pueblos a lo ancho y largo de la repblica mexicana donde los cimientos de las casas se hayan logrado con "los dolares mandados del otro lado" para observar casas tipo Beverly Hills o lo que quien construyo entendió al respecto.
    resulta por lo menos extraño ver esas edificaciones entre calles sin pavimentar, terrenos de cultivo y obviamente con una mezcla de acabados que no terminan de ser ni de aqui ni de alla, pero eso no es mas que una pequeña muestra de lo que aqueja al pais, siempre pensar que con que no sea mexicano es mejor.
    un punto de arranque seria en la preparacion de los profesionales (arquitectos por ejemplo) hacer hincapié de las maravillas que se poseen al estilo mexicano, claro con un toque de modernidad pero sin perder el origen, de lo contrario seguiremos viendo construcciones "mexicanas" realizadas por extranjeros, que de igual forma ni son lo que dicen ni parecen lo que son, como los "tacos" estilo mexicano que venden en E.U.

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  2. Thania, nos encanta leer tus comentarios. Está calculado que entre el 60 y el 90% de la construcción en nuestro país se hace sin la participación de un arquitecto (o ingeniero en el peor de los casos); se tiene la idea (en mi caso errónea) que contratar a un profesionista eleva los costos y desgraciadamente así trabajan muchos de nuestros compañeros de gremio. En nuestra experiencia en Los Cabos, los arquitectos de mayor renombre tienen sobrecostos que van del 30 al 50% cuando menos del valor de la obra por lo que las personas deciden contratar al maestro albañil para suplir un trabajo profesional.
    Estos dos fenómenos, como tú lo comentas, son los principales detonadores por los cuales hemos perdido paulativamente nuestra identidad. Por mal que pareciera, se debería legislar al respecto para forzar a la población a contratar mano de obra calificada "nacional" y los parámetros de libre competencia para evitar precios más altos de los que el mercado exige. Aún nos falta mucho por recorrer en estos temas. Recibe un fuerte abrazo.

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