domingo, 26 de octubre de 2014

Nuevo Urbanismo: regresando a la tradición

El Nuevo Urbanismo es una corriente de diseño urbano que se origina como una alternativa al crecimiento “moderno” de la ciudad y busca regresarle  el concepto de barrio tradicional, en el que podíamos jugar en la calle, comprar dulces en la tienda de la esquina y caminar todas las mañanas con nuestros amigos a la escuela.

La ciudad moderna nace en Estados Unidos bajo las teorías de Le Corbusier, un arquitecto del que seguramente todos hemos oído alguna vez en nuestra vida; él generó un prototipo basado en una máquina con engranes especializados y separados que aterrizó en una ciudad estratificada por poder adquisitivo, con zonas habitaciones separadas de la escuela, el trabajo y la diversión, que unió mediante anchas avenidas que funcionan como cordón umbilical y que mientras en su momento estuvieron sobradas para la carga vehicular, hoy son insuficientes estacionamientos en horas pico. En este modelo “moderno”, se cambió al peatón por el vehículo privado y las tiendas barriales por  supermercados con enormes planchas de estacionamiento al frente, se generaron distritos a los que es imposible llegar caminando y se rodeó la ciudad histórica con una muralla de periféricos y circuitos que la hicieron prácticamente impenetrable.

El sueño americano que se promovió desde el periodo entreguerras, se convirtió en la pesadilla de muchos; una ciudad como Detroit, que albergó a casi 2’000,000 de habitantes en 1950, alberga ahora a menos de la mitad en un ambiente lleno de edificios abandonados y lotes baldíos, mientras la nueva área metropolitana, esos terrenos periféricos de suburbios y altos edificios acristalados que forman el moderno “skyline”, tiene más de 5’000,000 de habitantes que le han dado la espalda a la verdadera ciudad, la tradicional e histórica.

Portland
En este escenario, repetido en otras tantas ciudades como Cleveland, Pittsburg, Búfalo, Scranton, Dayton o New Orleans, el Nuevo Urbanismo podría ser la luz al final del túnel con el principal objetivo de elevar la calidad de vida del ser humano, desplazando al vehículo privado y regresando la atención a los barrios tradicionales llenos de vida y actividades. Portland, una ciudad con una inercia “moderna” en la que la población destruyó una autopista urbana y aceptó un modelo de ciudad tradicional, cuenta ahora una historia diferente… como lo han hecho también Boston, Miami, Seattle o San Francisco.  La aplicación del Nuevo Urbanismo no sólo se resume en falsear fachadas estilo Santa Fé como muchos presumen, sino una planeación y diseño urbano integral que complementado con los correctos espacios abiertos y arquitectónicos, pueda recuperar la ciudad y plantear nuevos desarrollos más humanos, sustentables, mejor conectados y económicamente viables, no sólo para los desarrolladores, sino para todos los que participan en la ciudad: gobierno, inversionistas, propietarios, agentes inmobiliarios, arquitectos y por supuesto, habitantes y visitantes.

¿Cómo lograrlo? A través de 10 premisas básicas:
Caminabilidad mediante diseños más amigables, confortables y seguros para el ser humano, procurando generar radios peatonales de 10 minutos para satisfacer las necesidades de los habitantes.
Conectividad entre las diferentes vías para generar mayor número de alternativas de recorridos a los habitantes y una jerarquía entre ellas que permita reconocer fácilmente la ciudad.
Diversidad de usos y habitantes generando proyectos arquitectónicos  y urbanos variados y diversos, accesibles para toda la población sin discriminación de edad, ingresos, cultura, raza, nacionalidad o preferencias de cualquier tipo.
Diversidad de vivienda brindando opciones para cada habitante de acuerdo a sus necesidades espaciales y sus posibilidades económicas, sin distinciones ni zonificaciones exclusivas.
Mayor calidad en el diseño arquitectónico y urbano haciendo espacios más confortables, distribuidos eficientemente en la ciudad y los barrios y recuperando los elementos que brindan una identidad histórica y cultural a cada ciudad.
Vecindarios tradicionales con espacios públicos centrales, una gama amplia de usos para toda la población, límites identificables y continuos urbanos eliminando áreas abandonadas y grandes baldíos urbanos.
Densidades altas generando vecindarios más compactos con un uso más eficiente de los servicios y equipamientos urbanos.
Sistema de transporte público inteligente con una red de alta calidad de diferentes modalidades de movilidad, con preferencia al peatón y a los sistemas no motorizados.
Sustentabilidad con desarrollos de bajo impacto contaminante mediante el uso de eco-tecnologías y bajo consumo de combustibles fósiles, en los que se integra a toda la sociedad para mejorar las redes sociales y ofrecer alternativas económicas a todos los estratos de ingresos.
y finalmente, mayor calidad de vida incorporando a toda la población y generando barrios y ciudades que enriquecen la vida de sus habitantes.

¿Será posible que en Los Cabos se pueda implementar el Nuevo Urbanismo? Acciones puntuales como la recuperación del centro tradicional de San José, la rehabilitación de algunos espacios públicos y  las recorridos ciclistas nocturnos, parecieran indicar que sí lo es; pero estos esfuerzos son insuficientes si los mismos habitantes continuamos con la inercia de la “ciudad moderna”, aquella llena de anchas vialidades, enormes planchas de estacionamiento y fraccionamientos periféricos. ¿Será posible que Los Cabos rompa la inercia por convertirse en una metrópolis más y logre alcanzar una verdadera calidad de vida alejada de la “modernidad”?


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JPV

Si te interesa consultar nuestras fuentes o profundizar más en la información, te dejamos los siguientes links.
envisioningtheamericandream.com
lwfaam.net
businessinsider.com
columbusunderground.com
mashable.com
endofsuburbia.com

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