El mercado inmobiliario en nuestro país, a pesar de los frecuentes altibajos ocasionados por los problemas macroeconómicos y la inseguridad, se han mantenido como los favoritos para la adquisición de una segunda casa o para pasar una jubilación tranquila en ambientes familiares y con climas agradables. Ya sea para disfrutar de un pueblo enclavado en el mágico centro del país como San Miguel de Allende o Lagos de Moreno o para recrearse en la playa en el tradicional Puerto Vallarta, en el moderno Cancún o en Los Cabos, una mezcla de tradición y contemporaneidad, contamos con múltiples atractivos y un creciente desarrollo de vivienda para ajustarse (hasta ahora) a (casi) todos los gustos y bolsillos.
El público principal para los
desarrollos residenciales enfocados en extranjeros son los Baby Boomers, la
generación postguerra nacida entre 1940 y 1960 que oscilan hoy entre los 75 y
55 años. Son trabajadores,
independientes, con gustos exquisitos y sobre todo, gran parte de ellos cuenta con
el poder adquisitivo para comprar una villa de 7 habitaciones al pie de la
playa. Aman el mármol, los muebles de diseño y cenar en un
restaurante elegante con una buena copa de vino tinto. Son clientes del movimiento moderno;
crecieron con las ideas de Le Corbusier y las ciudades minimalistas, les
construyeron suburbios en las afueras de las ciudades y no sólo están
acostumbrados a usar sus vehículos privados, sino que disfrutan manejarlos.
Y como cualquier ciudad diseñada
para ellos, Los Cabos tiene el sello distintivo de los Baby Boomers. No sólo cuenta con los mejores hoteles,
campos de golf y restaurantes del país,
sino que se perfila como la ciudad más cara para vivir en México; su traza no
es diferente a las ciudades modernas con cada vez más amplias vialidades sino
con más cajones de estacionamiento y depende del vehículo para su
funcionamiento… ¿alguien ha intentado desplazarse caminando o en transporte
público por la ciudad?
Es inevitable que nuevas
generaciones empiecen a interesarse por este maravilloso y paradisíaco destino
y junto con ellos, que se requieran transformaciones tanto a la ciudad como a
la oferta inmobiliaria que tradicionalmente se ha generado. La generación conocida como X reúne a las
personas nacidas entre 1960 y 1980, el público potencial de Los Cabos para las
próximas décadas, pero ¿estamos listos para ellos?
La generación X se caracteriza
por personas individualistas, escépticas y autosuficientes; para ellos las
oportunidades económicas no fueron tan fáciles ni abundantes como lo fue para
la generación anterior y por ello, generalmente están profesionalmente más
preparados y abiertos a enfrentar retos.
Su estilo de vida es más sano y sustentable, han decidido reducir el uso
del vehículo privado y apuestan por las ventajas que las ciudades tradicionales
les ofrecen: menor tiempo y gasto para desplazarse, prefieren el comercio
barrial a los grandes supermercados y un buen restaurante cercano puede
ofrecerles una calidad equiparable a los caros restaurantes, finalmente lo
importante no es el nombre sino la calidad y el costo-beneficio de los
productos que consumen, por ello sus consumos están más ligados a la
investigación del mercado y al Internet.
La ciudad de esta generación no
es el suburbio, se han reencontrado con los centros tradicionales y todas las
comodidades que ellos les ofrecen. Han
dejado las grandes casas de campo para vivir en casas adosadas o departamentos
en los que disfrutan los beneficios de vivir en comunidad en lugar de contar
con una alberca o un gimnasio propio; están preocupados no sólo por reducir el
pago de energía sino por contribuir a un mejor mundo por lo que apuestan a
energías renovables, reutilización de recursos y también a comprar un local
viejo para actualizarlo y poner un negocio local, su futuro no está tan asegurado
como la generación de sus padres.
¿Y deben adaptarse ellos a las
ciudades que tenemos o las ciudades a ellos? Sin duda debemos generar programas que
actualicen la oferta inmobiliaria y modifiquen los parámetros de diseño de
fraccionamientos, condominios y ciudad a una visión más contemporánea y
eficiente en el uso del espacio, como lo han hecho exitosamente otras ciudades
del mundo, sobre todo si queremos continuar siendo uno de los destinos más
atractivos de México para el público extranjero. La oferta actual sólo está contemplando a un
público en específico que seguirán interesados sólo algunos años más en Los
Cabos; en muy poco tiempo, las nuevas generaciones buscarán nuevos productos
para satisfacer sus necesidades y de no encontrarlo, recurrirán a nuevos
mercados dejando los desarrollos existentes a la gentrificación y el abandono.
No podemos esperar que los
gobiernos locales rompan la inercia del crecimiento de nuestra ciudad, que
difícilmente ocurrirá, sino que debemos mejor generar ciudades para las nuevas
generaciones desde la iniciativa privada, adaptando los espacios actuales en
lugar de construir nuevos desarrollos periféricos alejados de la vida
tradicional como lo han hecho insatisfactoriamente otros destinos nacionales
como Acapulco, Veracruz o Mazatlán. La
tarea es lograr una imagen urbana continua, llena de vida y en la que se
generen nuevas construcciones al tiempo que se dotan de espacios públicos de
calidad para adecuarse a las nuevas generaciones y por ende, al nuevo turismo. ¿Estamos listos?
LMP
Si deseas saber más de los Baby Boomers, la generación X o
la generación Y, te dejamos algunos vínculos en los cuales basamos el blog de
esta semana.
Interesante reflexión, sin duda es fundamental considerar los gustos, necesidades y exigencias de las nuevas generaciones sin dejar atrás alas generaciones que realmente cuentan con el poder adquisitivo necesario para lograr el despunte de un lugar.
ResponderEliminarcreo que la mejor opción es la combinación, la fusión entre varios gustos y de esa forma llegar a mas gente, por un lado la modernidad, pero siempre con un toque colonial, no caer en el aburrimiento total de una ciudad "vieja", pero tampoco llegar al exceso de una gran capital.
buscar siempre el equilibrio para satisfacer a mas personas, y por supuesto no esperar a que "alguien" mas lo haga, sin duda la iniciativa privada debe hacer eso tomar la iniciativa y procurar que un lugar como Los Cabos no corra la misma suerte de otros destinos de ser 2 en 1, porque es deprimente vacacionar en una ciudad donde solo puedes estar en "una parte" la zona dorada, o la zona residencial porque todo lo demas es feo, inseguro, totalmente lo contrario a la "zona turistica", por que no ofrecer las dos cosas, una zona lujosa moderna y nueva , pero tambien una zona sencilla renovada, con un toque tradicional y que no sea necesariamente algo horrible.
Thania, como siempre nos da mucho gusto leer tus comentarios. Es una pena que en nuestras ciudades gobierna la iniciativa privada y generalmente es representada por personas que no son originarios de ellas; al agotar sus ingresos, buscan la manera de invertir en nuevos sitios abandonando desarrollos completos dejándolos a la inseguridad y a la delincuencia. El caso de Acapulco es uno de los más preocupantes, además de la zona Tradicional, Dorada, Brisas, Diamante y Pichilingue, ahora desarrollarán Costera Sur donde ya están propuestas más de 4000 nuevas habitaciones, ¿pero qué pasa con las habitaciones existentes? ¿qué pasa con la ciudad? Ojalá pudiéramos tener más consciencia de estos temas y resolver "el gran problema de la ciudad" en lugar de hacerla más grande.
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